Método
disponible a los usuarios para simular diferentes ordenamientos de los países
según las ponderaciones propias escogidas
El libro consta de dos
partes, la deconstrucción y la concordancia del Desarrollo.
La primera parte muestra
la complejidad que existe para producir, aplicar y difundir nuevo conocimiento
frente al pensamiento único dominante y a la pérdida de la ruta del humanismo
del Desarrollo como elección moral, que originó el modelo neoliberal después de
los años ochenta. Explica los umbrales de la cuenca del Desarrollo (económico,
económico-social, humano, durable o sostenible, intolerable, decrecimiento) en
términos de las principales políticas y del manejo del tiempo de los negocios
empresariales, social, del individuo, de las generaciones futuras y del planeta;
examina las interacciones observables entre los conceptos fundamentales del
Desarrollo y la economía con las otras ciencias exactas, sociales y naturales; hace
evidente, basado en la lectura analítica de más de cuarenta pioneros, la ruptura
del espacio/tiempo en las diferentes teorías y políticas del Desarrollo, clasificadas
entre aquellas que han dado prioridad a la visión macro y sectorial que han
dominado el pensamiento después de la Segunda Guerra Mundial, frente a aquellas
que han dado prelación a la diversidad y dinámica del territorio.
En fin, concluye que el
Desarrollo se encuentra desarmado por la debilidad de la intervención del
Estado y de sus sistemas regulatorios en los países, la escasez de recursos
destinados al Desarrollo a nivel mundial, la ausencia de voluntad política y la
grave crisis que atraviesa el sistema multilateral que impide poner en marcha políticas
mundiales (no solo internacionales) para mejorar la calidad de vida con una
visión integral del planeta, de lucha contra la desigualdad y la corrupción, y
con estrategias y metas para redistribuir el ingreso, la propiedad, el poder y
los riesgos.
En la segunda parte se
presenta el enfoque del autor mediante el Desarrollo de la concordancia. En
analogía con la cosmología (lo más general en las ciencias duras) el autor
define el Desarrollo de la concordancia como la puesta en coherencia de
diferentes métodos de observación y de modelización fenomenológica que permiten,
por superposición, una actualización tan precisa como posible de los parámetros
fundamentales de la dinámica del Desarrollo.
Para ello, pone en coherencia cuatro bloques de política o sectores líderes:
· La
educación, la ciencia, tecnología e innovación (CTI):
La medida del ciclo de vida de la educación y la CTI en los países como
ahorro/inversión y competitividad se basa en los indicadores de la prueba
PISA (la calidad de educación básica y media), el sistema de
acreditación de instituciones de educación superior Council High
Education Accreditation (CHEA, la calidad de la educación superior) y las solicitudes
de patentes por millón de habitantes de la Organización Mundial de Patentes
(OMPI, que confronta la educación con la empresa y el mercado). Así, analiza en
conjunto las brechas educativas y tecnológicas entre los países, con las
siguientes variables: i) número de solicitudes de patentes por millón de
habitantes; ii) número de investigadores en I+D por millón de habitantes; iii)
gasto público en I+D como % del PIB (ver Deconstrucción y Concordancia del
Desarrollo, pág. 565).
· El
desarrollo humano complejo: el índice de desarrollo humano, que
ya fue corregido por la desigualdad (IDH-I), es un indicador compuesto que mide
el promedio de los avances en tres dimensiones básicas del desarrollo humano: vida
larga y saludable, educación y nivel de vida digno (ver Deconstrucción y
Concordancia del Desarrollo, pág. 579).
· Los
factores de resiliencia externa e interna que se oponen a la desintegración de
los Estados-nación: cuando los Estados-nación pierden su
resiliencia interna y externa se pueden desintegrar por razones políticas y
económicas, sociales y medioambientales o simplemente porque hacen parte de una
zona de civilización que sufre alto grado de conflicto. Se han construido o
seleccionado indicadores socioeconómicos, ambientales y tecnológicos que
permiten medir o al menos dar indicios sobre la resiliencia interna y externa
para 184 países
(ver Deconstrucción y Concordancia del
Desarrollo, pág. 594).
o
En la resiliencia externa, se tuvo
en cuenta el índice de concentración de Herfindahl-Hirschman[1] y la inversión extranjera
directa.
o
Respecto a la resiliencia interna,
se utilizaron los componentes de la capacidad institucional [medidos por
Estado de derecho, tasa de inflación, PIB per cápita, número de negociaciones
de paz, capacidades aumentadas con base en las Naciones Unidas[2] (desigualdad en la
esperanza de vida de 70 años, población con estudios de al menos un nivel de
educación secundaria y suscripción de servicios de banda ancha fija) y número
de camas de hospital simples por 10000 habitantes], la sostenibilidad
ambiental (medida por la tasa de mortalidad atribuida a la polución del
aire y del ambiente de los hogares, el peligro del consumo de agua y la higiene
en los servicios públicos y el riesgo de extinción de grupos de especies) y la sostenibilidad
socioeconómica (que tiene en cuenta la fuerza laboral calificada, el ratio
en gasto en educación y salud respecto al gasto militar y la participación en
el ingreso del 40% más pobre de la población)[3].
Creamos un indicador sintético de
Cumplimiento de las cinco certificaciones, que hoy están dispersas: se
trata de un indicador que mide la fortaleza y el benchmarking institucional
de los Estados y su capacidad de cumplir con la democracia económica, política,
social y ambiental. Se construyó como un índice robusto de cumplimiento de lo
que llamé las Cinco Certificaciones, así (ver Deconstrucción y Concordancia del
Desarrollo, pág. 635):
o
Económica-financiera:
asegura el pago de la deuda pública y privada de los Estados a la banca
internacional. Se escogió la metodología de riesgo país de la consultora
estadounidense Euler Hermes que mide el riesgo de no pago por parte de las
empresas en un determinado país. La evaluación es hecha con dos elementos: i)
el grado del país en el mediano plazo y ii) el riesgo del país a corto plazo.[4]
o
Derechos humanos:
consta de dos bloques: i) los indicadores de seguridad humana que reúnen datos
sobre los aspectos más importantes de los derechos humanos (tasa de registro,
refugiados por país de origen, desplazamiento interno, población reclusa, tasa
de homicidios, tasa de suicidios en mujeres y hombres, y profundidad del
déficit alimentario); ii) un bloque institucional que tiene en cuenta el grado
de ratificación de cada uno de los países de los tratados de derechos humanos
desde 1965 hasta 2018. Además, se incluyeron dos jerarquías de los países, sin
venta y con venta de armas al exterior.
o
Ambiental:
el indicador de huella ecológica es una buena aproximación, puesto que es el
déficit o superávit ecológico nacional, medido como la biocapacidad por persona
de un país (en hectáreas globales) menos su huella ecológica por persona
(también en hectáreas globales).
o
Lucha contra el narcotráfico:
ante la ausencia de datos de otras instituciones, se utilizó la major list
de la Secretaría de Estado de EE. UU., entre 2001 y 2019, lo que permitió crear
una jerarquía de los países.
o
Lucha contra la corrupción:
se construyó la jerarquía de los países a partir del índice sintético de
transparencia internacional.
Finalmente,
incluye un análisis de simulación al ponderar con el mismo peso las cinco
certificaciones frente a otra alternativa de dar mayor peso a la económica y
financiera y de los derechos humanos (30% a cada una) y 13,3% a las otras tres
certificaciones.
A continuación, se presenta
un archivo con el orden de los países en cada una de las variables mencionadas,
organizadas por cada uno de los cuatro sectores líderes o building blocks
propuestos, así como las ponderaciones utilizadas para calcular el índice de Concordancia
del Desarrollo, que se presenta en el libro (ver Deconstrucción y Concordancia
del Desarrollo, pág. 665). (Enlace disponible a tablas)
Se añadió el Global
Innovation Index que sintetiza la configuración multidimensional de la
innovación con el propósito de apoyar los análisis del bloque 1 (educación,
ciencia, tecnología e innovación).
Los usuarios del sistema
de información podrán usar sus propias ponderaciones, al simular políticas
alternativas. Lo harán descargando el archivo y definiendo sus propias
ponderaciones.
[1] No se usó el índice de complejidad de
Hausmann, más idóneo, porque analizó solo la información para 133 países.
[2]
Naciones Unidas (2019). Informe de Desarrollo Humano 2019. Más allá del
ingreso, más allá de los promedios, más allá del presente: Desigualdades del
desarrollo humano en el siglo XXI.
[3]
Naciones Unidas (2020). Informe sobre Desarrollo Humano 2020. La próxima
frontera. El Desarrollo humano y el Antropoceno.
[4] Con mayores recursos se puede desarrollar
como un índice sintético de las calificadoras de riesgo (Fitch Ratings,
Standard And Poor's y Moody´s).
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