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1/20/2019

La identidad colombiana ensayo moral

Prólogo del libro "Qué une a los colombianos"

Edgar Reveiz

 

        Hay desastres naturales y humanos intensos, frecuentes e impredecibles (sequías-inundaciones y terremotos, cambio climático y tsunamis, epidemias...) y crisis seculares de perversión  de la mentalidad con gradual decadencia de las instituciones originadas por la codicia y el fraude,  la Corrupción, la Captura y Cooptación del Estado (Co, Ca y Coop.E[1] y la violencia (violación de los derechos humanos, ataques contra la libertad de expresión y la libertad de prensa, daños  morales, genocidios y las grandes estafas financieras/bancarias...).

Las ciencias físicas, la meteorología y la geología, el análisis de riesgos, la ingeniería y la economía distinguen las primeras proponiendo estrategias de vigilancia, prevención y mitigación  de sus efectos; la teoría de la justicia y la ciencia política, la economía y la psicología comienzan a comprender las segundas, sin controlarlas a mediano y largo plazo.

Estamos en Colombia principalmente en la época de las segundas, en donde la Co, Ca y Coop.E se ha convertido en el delito perfecto de los políticos, los funcionarios y el sector privado en clara colusión con los grandes banqueros, disfrazados de demócratas, defensores de la libre empresa y servidores del pueblo.

Las fuerzas de ocupación de la democracia (jefes políticos corruptos, narcotraficantes, guerrilleros, paramilitares y grandes terratenientes,...) han encontrado una coartada irrefutable legalmente y moralmente nefasta: al dejar de disparar mantienen la estabilidad del sistema político corrupto y comparten el poder con las élites que lo ostentan. Exigen que se les dé parte sustantiva del poder, o hay guerra. Si no hay cooptación hay guerra, pero si  obtienen cooptación no son leales y continúan delinquiendo frente a la sociedad civil, secuestrada por ellos, indignada, aterrada y simulando comprender y aceptar a los falsos arrepentidos. Se ha creado un nefasto intercambio de impunidades.

Esta lógica perversa hace que los criminales se conviertan en jueces y hombres de Estado y los ciudadanos y la sociedad civil en dóciles secuestrados.

El propósito de este ensayo es comprender los tiempos actuales de Colombia, lo que ha de constituir su identidad adaptativa y estratégica vista como esencia, existencia o excelencia (benchmarking) en construcción , o una combinación de ellas. Ser ciudadano colombiano, honesto y democrático, innovador y global es una dura misión, un acto de fe, a veces misión imposible. Los comportamientos y los rituales individuales están alineados para el uso de la astucia, el fraude y la mentira, la violencia y el cinismo. 

La lucha incesante del presidente Santos para ingresar a la OCDE, reconocimiento que alcanzó el 25 de mayo de 2018, por la vía de ostentar hacer parte del Club de buenas prácticas en gestión pública y logro de indicadores sociales, compensa políticamente el defecto de esencia, es decir la exclusión social que no logró integrar sino cooptar grupos étnicos y culturales y el rechazo existencial de la historia nacional como secuencia alucinante de guerras civiles, de luchas políticas plagadas de mentiras y engaños.

Son pocas las situaciones nacionales en que ha existido una evolución holística en que se haya tenido círculos virtuosos de construcción de la identidad que incluyan en su orden la esencia, la existencia y el benchmarking. El estado de guerra permanente durante el siglo XX creó una gran frustración en la existencia vivida, aunque hubo un gran proceso de aprendizaje para cimentar la democracia. En complemento, la mayoría de los países europeos han fundamentado su identidad en la esencia (haber construido sociedades democráticas en donde en general ha coexistido en Estado Providencia con los mercados) y en el benchmarking.

Toda identidad nacional es un sistema adaptativo complejo[2], un conjunto de repertorios conscientes e inconscientes que se transforman en el espacio/tiempo, según el entorno, las coyunturas y megatendencias internacionales. La gran oportunidad que ofrece el Acuerdo de Paz es reflexionar sobre nuestra propia identidad, buscar nuevos retos de la sociedad civil en el territorio, cambiar las megatendencias culturales que han bloqueado la democracia y el desarrollo multidimensional  y lograr que Colombia tenga una clara personalidad con  equilibrio estable interno y externo.

Hasta el momento , este ideal está frustrado ya que las élites corruptas (las fuerzas de ocupación de la democracia) han  despilfarrado la ocasión, por su codicia y por las manipulaciones de quedar todos, los mismos con otras máscaras, amarrados al poder para saquear el Estado y violar sistemáticamente la democracia. Como lo señalé en Cierre Democrático o Aplazamiento Estratégico[3], son más grandes los indicios de que prevalece en el futuro próximo el aplazamiento estratégico sobre el cierre democrático.

Las preguntas principales de este ensayo moral para estudiar la identidad compleja de Colombia son claras, las respuestas interesantes pero no concluyentes:    

    ¿Tiene Colombia identidad como esencia, existencia o benchmarking?
    ¿Cómo se lee la identidad de Colombia desde adentro y desde afuera y de qué manera el país está integrado a la economía-mundo?
    ¿Qué tanto se disimula, miente o justiprecia la identidad cuando sus ciudadanos usan valores de superficie, escondidos o profundos?
    ¿Qué tipo de identidad prevalece en Colombia teniendo en cuenta la calidad de la democracia (ciudadanía, multiculturalismo,  meso-identidad, regionalismo, Estado-Nación,...)? ¿Existe una combinatoria de identidades (esencia, existencia y benchmarking), una identidad como sistema adaptativo complejo o una identidad estratégica según las crisis?
    ¿De qué manera se gobierna la diversidad cultural a corto y largo plazo? ¿Cómo sistema clientelista de reparto de recursos o como visión universal de derechos y deberes ciudadanos para lograr la unidad de la nación respetando el multiculturalismo?
    ¿Se puede vencer el modo o patrón de ajuste societal de Colombia frente a las crisis (por la población, el territorio, la política económica, las instituciones o la justicia)? Que tanto daño ha hecho a la democracia y a la competencia.
    ¿Pueden los colombianos mostrar la gran  solidaridad que ostentan en  las catástrofes naturales, cuando se trata de los Derechos Humanos y de proteger la vida?
    ¿Es realmente Colombia un país laico, tiene memoria histórica compartida,  y qué conflictos existen alrededor de la laicidad?.
    ¿Reconocen y viven los colombianos  los factores materiales e inmateriales del poder en su país,  qué importancia confieren a  los valores republicanos y al multiculturalismo?
    ¿Cuál es el grado de conciencia que los colombianos tenemos  sobre el mestizaje espiritual y genético y su potencial regional?
    ¿Es aceptable el perfil de nuestros gobernantes,  que no gobiernan por el bien común sino por los intereses de grupos financieros y económicos, lobbies, familias o delfines, ya sea legales e ilegales?
    ¿Cómo protegerse democráticamente de una aristocracia política hereditaria que compite, interactúa y desgobierna con grupos informales e ilegales IC?
    ¿Qué tipo de cooptación, visible o escondida, instrumentan las élites nacionales y locales y los poderes dinásticos y  de qué manera esta práctica inciden en la gobernabilidad?
    ¿Cómo nació la Triple Sociedad (Cooptada C, No Cooptada NC e Ilegal- Criminal IC) y qué daño produce en Colombia?
    ¿Cómo actúan las fuerzas de ocupación de la democracia (jefes políticos corruptos, narcotraficantes, guerrilleros, paramilitares y terratenientes, …) para perpetuarse en el poder?
    ¿Cómo nació el narcotráfico y de qué manera se combate y se legitima?
    ¿Cuáles son los principales meso-contratos en Colombia en el orden nacional, territorial y local, y de qué manera controlan el poder y frenan el emprendimiento?
    ¿De qué manera funciona la Corrupción, Captura y Cooptación del Estado (Co, Ca y Coop.E), cómo frena el multidesarrollo y mina la legitimidad del sistema político y económico?
    ¿Cómo la desigualdad produce violencia pese a que reduce la pobreza, y de qué manera potencia la lucha de clases, multicultural o de centiles?
    ¿Es posible desafiar la concentración y la centralización del poder político, económico y financiero, y de los Media?
    ¿Por qué la politización de la justicia y  la impunidad producen y perpetúan la violencia inercial?
    ¿Es posible cambiar la mentalidad consuetudinaria de búsqueda del Dorado, que perpetúa la violencia inercial?
    ¿Por qué ha habido gerencialismo sin innovación?
     ¿Por qué somos un país atrasado Colombia si tenemos grandes recursos naturales y humanos ?
    ¿Existe un sueño colombiano?

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Este ensayo moral no pretende ser una visión histórica de Colombia ni analizar en profundidad los temas políticos y económicos, regionales y ambientales, culturales y psicológicos. Hemos querido poner en escena los teatros de la identidad colombiana , basándonos en el análisis de las fuerzas que nos unen y que nos separan sin pretender sacar mecánicamente un resultado contable.

Ponemos en evidencia (como en los sistemas adaptativos complejos)  algunas regularidades y consecuencias de los comportamientos morales de los colombianos en diferentes instituciones, territorios y épocas de nuestra historia. Siempre con visión abierta, horizontal y holística. Busca hacer explícito de qué manera se ha "fabricado" la identidad colombiana (esencia, existencia y benchmarking), y cómo actúan los factores estructurantes de la identidad .

Entre estos factores estructurantes sobresalen la captura violenta de la tierra y el mito de El Dorado (en Pos del Oro y del Territorio), la Corrupción, Captura y Cooptación del Estado (Co, Ca y Coop. E) que constituye un acto fundacional permanente y sistémico en toda nuestra historia, la democracia manipulada por las elites y fuerzas de ocupación corruptas e ilegales,  la extrema politización de la justicia, la sociedad excluyente, formalista y ensimismada de la Colonia (como  advirtió García Márquez) que se manifiesta hoy por la extrema fragmentación social  (C, NC e IC).

En la actualidad vivimos el espectáculo  de una sociedad bloqueada, polarizada y corrupta, cuya crisis se profundiza y manifiesta como un conjunto de juegos de suma cero, que describen situaciones en que la pérdida o ganancia de un actor (político, económico, social o ambiental) se equilibra con exactitud con las pérdidas o ganancias de otros. Se cumplen las teorías de Pareto, Von Neumann y Nash, y el teorema de la imposibilidad de Arrow.

Estos juegos de suma cero  se escenifican en los sectores agrario, fiscal, justicia, calidad de vida, la protección social y salario mínimo, la seguridad y control diferencial que ejerce el Estado sobre el territorio.




La tabla del contenido del libro es la siguiente:









[1] (Co, Ca y Coop. E)
[2] Sistema complejo adaptativo: adquiere información acerca de su entorno y de la interacción entre el propio sistema y dicho entorno. De esa manera se identifican regularidades, que se condensan en una especie de esquema o modelo y actúan en el mundo real sobre la base de dicho esquema. En cada caso hay diversos esquemas en competencia y los resultados de la acción en el mundo real influyen de modo retroactivo de dicha competencia. Ver: Gell-Mann, M (1996). El Quark y el Jaguar. Tusquets Editores, España.
[3] Reveiz, E (2017). Cierre democrático o aplazamiento estratégico en el libro La Academia y el proceso de Paz. Bogotá: ACCE.